familia Urriza
Fiestas en Deba 2024
Con la llegada de agosto, vimos la oportunidad de pasar unos días en Mutriku, ya que el tío Sergio nos ofreció quedarnos en su casa.
Como el verano es para disfrutarlo, no dudamos en aceptar y planear unos días en la playa. Además, como siempre estamos pensando en sacar a la Giganta Leonor, investigamos dónde habría fiestas durante esos días. Resultó que en el pueblo vecino celebraban las fiestas patronales de San Roke.
Manos a la obra, nos pusimos en contacto con la oficina de turismo para preguntar sobre la comparsa. Ellos mismos nos pusieron en contacto con los responsables del Día del Niño, quienes también hablaron con la comparsa.
Nos propusieron participar en el Día del Niño el 15 de agosto, así como en la kalejira del día siguiente. Nos preparamos para que la giganta cruzara por primera vez la comunidad foral y se adentrara en otras regiones. Con los nervios de no conocer a nadie, nos dirigimos a Guipúzcoa y nos presentamos a la hora acordada.
SAN ROKE 15 AGOSTO DIA DEL NIÑO
Los integrantes de la comparsa fueron llegando poco a poco. Nos presentamos y nos explicaron el plan del día: participaríamos en una kalejira por el pueblo hasta la Plaza Zaharra, acompañados por toda la comitiva de niños, dantzaris, tamborileros, panderojoles y pequeños gigantes.
Después, continuamos hasta la plaza donde cada grupo realizaría sus actuaciones. Allí se podía disfrutar de las danzas, la tamborrada, la música y, por supuesto, de los gigantes bailando.
Llego el momento de recoger
Tras los bailes, al colegio marchamos, donde los gigantes descansarían hasta el nuevo día. El primer contacto con Debako Erraldoiak, nos brindó unidad y cariño en armonía.
Procesion por la mañana
A la mañana siguiente, la comparsa se vistió con sus mejores galas y acompañó al santo en una solemne comitiva hacia la iglesia. Nos acercamos a conocer a los miembros de la gran comparsa y a admirar sus danzas por las calles de Deba. ¡Y vaya que sí bailan bien!
Llego la tarde y salimos otra vez con Leonor
Posando con nuestros gigantes
Llegó el momento de sacar a Leonor una vez más con Debako Erraldoiak. Disfrutamos de otra emocionante salida, llenando las calles de alegría y bailando al ritmo de nuestros maravillosos anfitriones. Muchas gracias a JAKES, BEÑAT y OINATZ con vosotros me he sentido uno mas.
Y se produjo un momento muy sentimental
Me ofrecieron un baile en solitario,
sin preparación, me lancé al escenario.
Un vals a cuatro, los gaiteros de Estella tocaron,
y antes de empezar, los aplausos ya sonaron.
Con ilusión, ánimo y voluntad,
bailé como sé, con toda mi verdad.
No quedó mal, creo, al final,
los aplausos duraron un buen rato, sin igual.
Las palabras de mis compañeros,
sobre mi baile, me hicieron sonrojar,
muchas gracias a todos,
por hacerme soñar.
Seguimos desfilando a frente de la estacion
donde los gigantes nos deleitaron con otros bailes
Leonor creo gran espectacion
Una gran cantidad de personas se sintieron atraídas por la oportunidad de inmortalizarse junto a ella. La admiración que despertaba era tal que muchos no querían perder la ocasión de capturar ese momento especial a su lado, asegurándose de que su recuerdo perdurara en el tiempo.
Era el momento de guardar la giganta Leonor y ella despedirse del pueblo de Deba
Otro dia que terminaba
Y así terminó el día, con vivencias que superaron todas las expectativas. Como no podía ser de otra manera, los gigantes de goma de Deba se unieron a mi colección. ¡Qué gusto da encontrar gente tan maravillosa!
Ultimo dia y homenaje a SALVA
Ultimo dia de fiestas
El último día de las fiestas de Deba amaneció con un aire de nostalgia y celebración. Salva, ya no estaba entre nosotros, pero su espíritu seguía presente en cada rincón del pueblo. La comparsa, con su alegría y fervor, continuaba la celebración, rindiendo homenaje a una figura que había dejado una huella imborrable en la comunidad. Salvador Martínez, el querido gaitero de Estella, había fallecido recientemente, y su ausencia se sentía profundamente. Estrechamente ligado a los San Rokes y al municipio, Salvador era una presencia constante en las fiestas. Junto a sus compañeros, su gaita resonaba en cada rincón festivo, llenando de vida y música las calles de Deba. Para las gentes de Deba, imaginar las fiestas sin él era casi imposible. Salvador no solo era un músico talentoso, sino también un profesor dedicado en Deba Musical. Su pasión por la gaita había inspirado a muchos, y su legado perduraría en cada nota tocada por sus alumnos. El homenaje a Salvador fue un momento de unión y recuerdo. La comunidad se reunió para celebrar su vida y su contribución a la cultura local. No podíamos perdernos esta ocasión en nuestro pueblo, un tributo a un hombre que había dado tanto de sí mismo. Mientras la comparsa avanzaba por las calles, la música llenaba el aire, y en cada melodía se sentía la presencia de Salvador. Aunque ya no estaba físicamente con nosotros, su espíritu vivía en cada acorde, en cada sonrisa de los que recordaban sus enseñanzas y su amor por la música. Así, en el último día de las fiestas de Deba, celebramos no solo el final de una festividad, sino también la vida de un hombre que había hecho de la música su vida y de Deba su hogar.
No podía faltar el baile de la era Ni tampoco la tamborrada
Y llegó el momento de recoger los gigantes y cabezudos, dando por finalizada su participación en las queridas fiestas de San Roque. Con el corazón lleno de alegría y emoción, disfrutamos del baile final, observando cómo guardaban a los gigantes y cabezudos. Estar con ellos y disfrutar de su compañía fue una experiencia inolvidable, que quedará grabada en nuestros corazones hasta el próximo año. Hasta entonces, nos despedimos con una sonrisa y la esperanza de volver a vivir estos momentos mágicos juntos.
Nuestros sentimientos
Las expectativas eran simplemente poder salir con nuestra giganta, conformándonos con ver a Julen feliz y sabiendo que en otros lugares también disfrutarían de los bailes. Cuantos más gigantes, más hermosos son los bailes. Pero en esta ocasión, la realidad superó todas nuestras expectativas. Desde el primer momento, la acogida de todos fue maravillosa. Los miembros de la comparsa y las madres de los txikis nos trataron fenomenal, animando a Julen a bailar y guiándonos en todo momento con nuestras dudas. Nos hicieron sentir como en casa, con una amabilidad que nos tocó el corazón. Es un verdadero placer conocer a gente tan amable, que te hace sentir especial. En nuestro corazón, el hueco para la Debako erraldoiak está afianzado y grabado a fuego. Estamos seguros de que nos volveremos a ver, ya sea con giganta o sin ella, porque personas así, nobles y auténticas, son las que realmente vale la pena encontrar en el camino. eskerrik asko berriro ikusiko gara
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