
FELICIDAD
Había una vez un niño llamado Julen Urriza que tenía un sueño muy especial: bailar gigantes. Desde pequeño, Julen se quedaba maravillado viendo a los gigantes danzar en las fiestas de su pueblo. Su ilusión era tan grande que, mientras otros niños jugaban a ser superhéroes, él soñaba con bailar su propio gigante.
Con el paso de los años, su pasión no hizo más que crecer. Sus padres, viendo la dedicación y el amor que Julen tenía por los gigantes, decidieron hacerle un regalo muy especial. Para su comunión, le regalaron una réplica de la giganta Leonor de Noáin. Este regalo no solo cumplió el sueño de Julen, sino que también se convirtió en un proyecto familiar. Juntos, se dedicaban a bailar con la giganta en todas las fiestas y eventos que podían.
A los diez años, Julen ya había recorrido gran parte de la geografía de Navarra con su giganta. En una gigantada en Aoiz, su historia llamó la atención de la periodista Marian Zozaya. Marian, impresionada por la dedicación y la pasión de Julen y su familia, decidió escribir sobre ellos. Junto al fotógrafo Unai Beroiz, inmortalizaron el momento en el que Julen bailaba con su giganta, capturando la magia y la alegría en sus ojos.
Días después, el periodista Mikel Sola se puso en contacto con la familia para hacerles una entrevista. La historia de Julen y su giganta fue publicada en el Diario de Noticias de Navarra, inspirando a muchos otros niños y niñas a seguir sus sueños, sin importar cuán grandes o pequeños sean.
Y así, Julen continuó bailando con su giganta, llevando alegría y tradición a cada rincón de Navarra, demostrando que con pasión y apoyo familiar, cualquier sueño puede hacerse realidad.

Gracias a este maravilloso reportaje, muchas personas pudieron conocernos mejor. La ilusión de Julen al ver reconocida su pasión por este mundo no hace más que crecer cada día. Este reconocimiento no solo lo motiva a seguir adelante, sino que también refuerza nuestro compromiso familiar con este proyecto.
Queremos expresar nuestro agradecimiento al Diario de Noticias de Navarra y, en especial, a los periodistas que nos han hecho sentir tan cómodos y por el artículo tan generoso que nos han dedicado.