
Las fiestas de Aoiz del año pasado nos regalaron un encuentro que quedará marcado en nuestra historia festiva: conocimos a los legendarios hermanos Gurria y su comparsa, y desde el primer momento nos acogieron con la calidez de quienes entienden el verdadero espíritu de la celebración. En la comida, entre risas y brindis, surgió una propuesta que encendería la chispa de nuevas aventuras: compartir juntos alguna salida. Así fue como, en esta ocasión, nos unimos a ellos en la espectacular concentración de Arguedas, sumergiéndonos de lleno en las vibrantes Fiestas de la Juventud. Cada instante fue una explosión de energía, camaradería y pura pasión festiva
La XI concentración de Arguedas comenzó con un homenaje cargado de emoción y respeto, un tributo a la memoria de José Luis Sanz Resa, miembro fundador y secretario de la Comparsa de Gigantes de Arguedas, cuya presencia dejó una huella imborrable en la historia festiva y cultural del pueblo. Su partida, en diciembre de 2024, fue un golpe para todos los que compartieron su pasión y entrega.
En un acto conmovedor, Txus Sanmartín le dedicó palabras llenas de sentimiento, recordando su entrega inquebrantable y describiéndolo como el “motor incansable de la vida de Arguedas”. Y como si el propio cielo se sumara al homenaje, las nubes se abrieron para dejar caer suaves gotas de lluvia, como lágrimas de emoción que acompañaban la tristeza de ese instante. Era como si el universo entero reconociera su legado y se uniera en ese emotivo adiós, un tributo que no solo se sintió en palabras, sino en el alma de quienes lo conocieron y en la esencia misma de la comparsa que ayudó a construir.

Y creiamos que teniamos que recoger...
Pero como ocurre en cada gran historia, la tristeza dio paso a la celebración, y el sol, tímido al principio, logró abrirse paso entre las nubes, como si el mismo cielo quisiera iluminar el renacer de la alegría. La luz dorada acarició las calles y los corazones, anunciando que, aunque el recuerdo perdura, la fiesta debía continuar con toda su fuerza y esplendor.
Marchando con elegancia y orgullo por las calles, llevando consigo la esencia vibrante de la fiesta, mientras el ritmo y el color llenaban cada rincón del pueblo.
Y un video con todas las fotos de ese dia
Como broche de oro para la concentración, tras recoger los gigantes, las comparsas fuimos invitadas a una comida de hermandad, un festín que no solo deleitó el paladar, sino que reforzó los lazos de amistad y camaradería. La mesa se llenó de risas, anécdotas y el calor de una celebración compartida, y la verdad es que la comida estuvo simplemente espectacular, un verdadero festín digno de la ocasión.
Al concluir, en un gesto de reconocimiento y gratitud, tanto el alcalde como el presidente de la comparsa entregaron un detalle especial a cada comparsa asistente

No solo ellos entregaron detalles
Porque en esta vida la gratitud es un valor esencial, quisimos dejar nuestra huella en esta celebración. En esta etapa de la giganta Leonor, marcada por la artesanía y la dedicación, nos enorgullece poder crear con nuestras propias manos, apoyándonos en la tecnología de la impresora 3D. Con ese espíritu, nos acercamos a la comparsa y al alcalde para obsequiarles un detalle especial: un llavero representativo de nuestro grupo y, lo más exclusivo, una auténtica obra de arte hecha por nosotros mismos—el busto de la giganta, de 10 centímetros, meticulosamente pintado a mano. Un gesto sencillo pero lleno de significado, un símbolo de nuestra pasión y el respeto que sentimos por esta tradición que nos une.




